lunes, noviembre 14, 2005

De vacaciones


En esta temporada del año, las vacaciones de fin de curso se hacen presentes en Guatemala. Junto con el final de la temporada lluviosa, llegan los "exámenes finales" escolares, que en esta nueva era no producen el terror que sentíamos en nuestros años de estudiantes, antes de que llegaran los punteos conformados por zona ganada durante todo el año lectivo, esto es, el porcentaje que representa el esfuerzo efectuado por los alumnos durante todo el año, dividiendo el punteo entre los trabajos en clase, las tareas para la casa y los resultados de las evaluaciones mensuales.

Los barriletes aparecen en el cielo gris guatemalteco que empieza a abrirse cuando el viento norte empuja las nubes con timidez en los primeros días de noviembre. También se pueden admirar los más bellos celajes cuando el sol se oculta. La temperatura empieza el descenso, los días se vuelven radiantes y las calles se llenan de niñas y niños corriendo, montando bicicleta, patinando, jugando fútbol...

Recuerdo claramente cuando nosotras llegábamos felices a las vacaciones. Nos reuníamos con amigas y amigos de la colonia en la que vivíamos, para compartir las actividades que íbamos inventando día a día. Desde las carreras en carretas de cojinetes, deslizándose pendiente abajo en las calles de Utatlán, hasta "los repasos", aquellas fiestecitas juveniles vespertinas a las que todos llevábamos nuestros longplays para animarlas y bailar incansablemente, nuestros días y noches transcurrían entre risas y alegrías, acercándonos cada vez más a las fiestas navideñas y de año nuevo, que nos traían la concreción de nuestros sueños infantiles y de adolescentes, al buscar los obsequios para familiares y amigos y recibir los nuestros, probablemente esperados durante todo el año.

Los recuerdos de nuestras vacaciones escolares son los más bellos. Atesoran el deber cumplido, el descanso largamente esperado y finalmente logrado, la oportunidad de compartir experiencias y momentos cálidos con nuestros amigos, conocer gente nueva e ir adquiriendo madurez. Es una lástima que actualmente los padres de familia se obsesionen con enviar a sus hijos a cursos de vacaciones para "mantenerlos ocupados" fuera de casa, en lugares seguros, eso sí, pero lejos de ellos, de sus hermanos y amigos. Las vacaciones son una fuente maravillosa de experiencias que debieran aprovecharse al máximo.

No hay comentarios.: