sábado, agosto 26, 2006

MENUDOS


• La semana se nos vino encima y el tan esperado feriado del 15 de Agosto, que celebra el Día de la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad de Guatemala, llegó casi como un vendaval. Marca el inicio del fin de año, ya que a partir de ahora, cada mes gozaremos de un día de asueto: 15 de Septiembre, Día de la Independencia de Guatemala; 20 de Octubre, Revolución de 1944 en que se derrocó a Jorge Ubico, dictador por largo tiempo en el poder; 1° de Noviembre, Día de Todos los Santos; y el 25 de Diciembre y 1° de Enero, Navidad y Año Nuevo. Un horizonte bastante liviano se avizora...

• En los diarios y revistas del lunes 14 de agosto proliferaron las imágenes repetidas de Fidel Castro vistiendo una camisa deportiva... ¡Adidas! Luciendo los colores de la bandera cubana en su camisa, con el mentón descansando sobre su puño lleno de pecas y con una sonrisa que lo dice todo, Fidel llegó a las primeras páginas de muchas publicaciones para decir: "Estoy acá. Aunque usted no lo crea, ¡estoy vivo!" Al día siguiente de su cumpleaños, bien peinado, maquillado y con el cabello y barba teñidos, se anticipó para la sesión de fotografías de dos días después para recibir la visita de su amigo Hugo Chávez en la que ambos comieron yogur, conversaron, intercambiaron regalos y rieron ante las cámaras, durante tres horas. Si no fuera una situación tan seria, daría risa pensar en los rostros amargados de miles de personas que juraron que Castro estaba muerto...

• ¿Recuerdan a Boy George, Camaleon? Lo vi fotografia limpiando las calles de Nueva York, pues cumplía con una condena por haber mentido al reportar un robo inexistente y poseer cocaína para su consumo. ¿Se imaginan lo que tendrían que limpiar algunos gobernantes latinoamericanos? ¡La Vía Láctea!

• Algunos habitantes de Beirut regresan a sus casas -o a lo que quedó de ellas- la ONU hace esfuerzos por reunir una fuerza intenacional de 15 mil soldados para "controlar" la devastada región. Una fotografía de una jovencita libanesa repartiendo flores a los soldados israelíes que regresan a su país desde el sur del Líbano nos dice que no todo es odio entre los seres humanos que allí conviven. Mientras las mentiras y engaños mantengan un velo oscuro sobre la realidad de lo que sucede entre libaneses, palestinos, judíos, chiítas, árabes y todos los otros involucrados en el conflicto, las fuerzas a las que les conviene mantener este estado de cosas seguirán disfrutando de los resultados. Y acá, en el resto del mundo, todos hablamos y despotricamos en contra de unos o de otros, sin saber a ciencia cierta lo que de verdad sucede.

• En esta ciudad fueron operadas las siamesas conocidas como "Las Angelitas". Con apenas 53 días de vida, un equipo de veinte médicos (cirujanos plásticos, cirujanos pediátricos, cardiólogos pediátricos, un neonatólogo, anestesiólogos, un intensivista y el jefe de Pediatría del Hospital Roosevelt) y enfermer@s guatemaltec@s llevaron a cabo la separación de las bebés, que compartían esternón, hígado y la parte de las funciones cardiacas. La operación duró 8 horas para separarlas y 4 horas más para la reconstrucción de tejidos de Ángela Leticia, que sobrevivió. Ángela Corina no pudo sobrevivir sino 5 horas, debido a que su función cardiaca dependía en un 100% del corazón de su hermana. Esta cirugía efectuada por primera vez en Guatemala y considerada exitosa hasta el momento a pesar del fallecimiento de una de las bebés, fue posible gracias a los aportes anónimos por más de US$50 mil para cubrir los gastos de la cirugía y el cuidado y tratamiento posterior de la sobreviviente.

• Se unen buenas voluntades y carteras para hacer de este planeta un mejor lugar para vivir. En días pasados, la Fundación Gates anunció que donará US$500 millones para la lucha contra el SIDA; el alcalde la ciudad de New York, Michael Bloomberg, donará US$125 millones de su fortuna personal para financiar una nueva campaña contra el tabaquismo a nivel mundial. Sin embargo, el Fondo Global contra el sida, la malaria y la tuberculosis necesita más fondos. En su nuevo informe presentado en Toronto recientemente, muestra que las donaciones realizadas por numerosos países, entre ellos España, no permiten cubrir los objetivos. Se necesitarán 11.000 millones de dólares para 2010. También urge crear conciencia entre los seres humanos, incluidas las iglesias y gobiernos para que la información llegue y realmente sea efectiva para la prevención de estos y otros males.

• Ahora una nota liviana. La famosa Paris Hilton está registrada en el libro de records de Guiness como la persona que cobra más dinero por hacer... NADA. Y digo yo: ¿quién tiene la culpa? ¿Ella o los promotores de tamaña estupidez? Es la materialización de la falta de principios e ideales en nuestra civilización occidental.

• La Policía Secreta del ex-dictador Augusto Pinochet habría inyectado una infección bacteriana al ex Presidente de Chile, Eduardo Frei Montalva, causándole la muerte, según declaraciones de su médico, el doctor Augusto Larraín. Frei Montalva gobernó Chile entre 1964 y 1970 y lideró una incipiente oposición a la dictadura de Pinochet. ¿Y van...?

• Bajé e instalé el Google Desktop 4 en español. Me parece estupendo tener a mano la red, mis archivos, música, fotografías, notas, lista de tareas... ¡todo a un click! Anímese. Hágase de una cuenta gmail, use Firefox, instale el Google Desktop, use el Google Traslator, vea los videos en el Google Video Player, en fin, todo lo que Google nos ofrece para mejorar nuestro trabajo virtual. Y esperemos los cambios que seguramente llegarán.

Y seguimos viéndonos la semana próxima.

lunes, agosto 14, 2006


Una buena, buena gripe, merece un buen, buen descanso. Metida entre la cama, cómoda y confortable, viendo pasar las horas sin preocuparse, se puede vencer el virus más pronto de lo que se pueda una imaginar.

Trataré de descansar hasta el último músculo de mi cuerpo, no me preocuparé por nada y en ese estar placentero entre estornudo y estornudo, mientras mi nariz se pone roja y se quema, también sentiré una placidez inigualable...

O tal vez sí, tal vez se pueda igualar con otro mal que aqueja a todos los seres humanos del planeta (¿quién sabe? a lo mejor los aliens también lo padecen alguna vez) en un momento de nuestras vidas: el mal de amores.

Ese "problemita" que no se mejora con una aspirina -los síntomas de la gripe sí-, que sólo podemos padecer personalísimamente -igual que la gripe- y que haberlo padecido no nos inmuniza... igual que con la gripe.

Así que si en algún momento nuestro corazón, mente y cuerpo resienten el final de un amor, no hay mejor remedio que quedarnos en casa, tal vez cómodamente en cama, sin presionarnos para nada, mirando nuestro programa favorito, la película que siempre quisimos ver o leyendo el libro que no hemos tenido tiempo de terminar. Comamos lo que más nos plazca, elijamos el mejor postre que se nos ocurra y mantengamos aislados a los amigos y familiares bien o malintencionados que quieren "arreglar" la relación... a pesar de nuestra propia experiencia y decisión, como cuando todos te recetan este o el otro antigripal, a pesar de que vos sabés muy bien que los efectos secundarios te fastidian la vida y que lo mejor es dejar que la enfermedad fluya libremente para erradicarla de tu organismo.

Así que... a disfrutar de la gripe o del mal de amores. ¡Mientras más pronto nos deshagamos de ellos, mejor!

Realidades y utopías

• Hace un par de años, un uruguayo amigo mío fue invitado a viajar a Cuba, su sueño largamente acariciado. La temporada en que estaría en la isla incluiría el 1o. de Mayo, Día del Trabajador, lo que le daría la oportunidad -casi segura- de escuchar uno de los famosos y kilométricos discursos de Fidel Castro hablando de las bondades del comunismo y de las deficiencias del capitalismo y algunos temas más. Mi amigo dijo que fueron muchas horas (¡creo recordar que siete!) en las que, junto con él, miles de personas mantuvieron los ojos puestos en su líder, atentos y activos durante todo el tiempo que duró el discurso. Una disertación por demás hilvanada, clara y, por momentos, muy explosiva, que quedó grabada en la mente de mi amigo como una de las experiencias más importantes vividas.

Después de escucharlo relatarme el tema, le pregunté acerca de lo que había vivido entre los cubanos comunes y corrientes, lo que había detectado entre ellos, si tenía alguna experiencia importante qué contarme, pero la conversación se volvió algo difusa en este punto y después terminamos hablando de otras cosas.

• En los 90's, otro amigo, un quebequense ex-catedrático universitario y ex-comerciante del turismo, decidió que debía aprender a hablar español de la mejor manera posible. Inició las investigaciones para encontrar la institución que le brindara la formación que buscaba y le recomendaron a la Universidad de La Habana. Estuvo viviendo en Cuba por seis meses, en su primera visita; en la segunda, por 4 meses más. Según me relataba, el nivel de los catedráticos fue insuperable; quedó altamente satisfecho por el desempeño y los resultados. Sin embargo, se quejaba de la espantosa escasez de materiales: lápices, cuadernos, hojas para tomar notas, yeso para las viejas pizarras... Él aseguraba que si la Universidad de La Habana contara con los insumos necesarios para atender a los estudiantes (en el extremo, únicamente a los extranjeros) y sus necesidades, seguramente tendrían mucho más éxito.

Durante el primer tiempo que vivió en La Habana, se alojó en uno de los hoteles autorizados por el gobierno, pero pronto se dio cuenta que debía buscar un lugar más económico y que le brindara las comodidades y facilidades que necesitaría, por lo que empezó a indagar acerca de las posibilidades. Inmediatamente lo refirieron con algunas personas que alquilaban dormitorios en sus hogares y que, si el huésped lo precisaba, podrían darle también los alimentos. Por supuesto, por una suma mucho menor a la que pagaba en el hotel, consiguió la habitación y los tres tiempos de comida, aunque le pidieron absoluta discresión pues ellos no tenían autorización del gobierno para este tipo de negocios. Cuando volvió la segunda vez, se alojó en otra casa en igualdad de condiciones.

Contaba de la pléyade de niños que diariamente lo esperaban a la salida de su casa temporal cuando se dirigía a la universidad, para pedirle goma de mascar, chocolates u otras golosinas; las mujeres de toda edad que eventualmente le ofrecían sus servicios lavando ropa, cocinando su comida o atendiendo sus necesidades sexuales. Le impresionó que cualquier turista pudiera entrar a hoteles, bares, restaurantes y otros negocios, pero ningún cubano tuviera derecho a frecuentarlos... aunque contara con dinero para hacerlo.

Estaba alarmado con el "ritmo" de respuesta de la mayoría de cubanos cuando se precisaba llevar a cabo alguna tarea, pues nadie conoce la prisa ni el sentido de urgencia. Y también algo que quedó grabado en su memoria: un cartel en una de las calles de la ciudad que decía algo así como "En este mismo día hay miles de niños que duermen en la calle. Ninguno es cubano". Y aseguraba que era así, no había ninguna persona durmiendo en la calle, mendigando o padeciendo abandono social.

• En los primeros meses del nuevo milenio, uno de mis cuñados viajó La Habana para participar en un simposio médico. Nuevamente la calidad y alto nivel de los profesionales egresados de la Universidad de La Habana se puso en relieve y mi cuñado relató las experiencias compartidas con médicos de muchas especialidades, su aprendizaje y actualización en técnicas y descubrimientos, poniendo de manifiesto lo que las brigadas de médicos cubanos han aportado a las sociedades de países latinoamericanos que han aceptado sus servicios profesionales en lugares retirados y poco accesibles de cada país. Pero también relató que el día en que se despidió del médico director de unos de los hospitales que visitó, éste le pidió que le dejara regaladas sus rasuradoras desechables y su tubo de pasta dentrífica, pues para él era muy difícil conseguirlos en Cuba.

• El año antepasado, una amiga de mi hija (de un poco más de 20 años) fue de viaje por 4 días a Cuba. El grupo de guatemaltecas y guatemaltecos salieron de este país entusiasmados con la idea de llegar a la isla, conocer sus playas y sacarse la espinita del tan trillado comunismo. Llegaron a un bello hotel, se alojaron sin complicaciones y tuvieron acceso a todo lo ofrecido cuando les vendieron el paquete de viaje. En las playas que visitaron encontraron turistas de muchos lugares del mundo, sobre todo europeos. Ella venía impresionada con un tema: a todos los miembros del grupo, a todos, sin excepción, les habían ofrecido servicios sexuales. A ella también y en varias ocasiones. Hombres y mujeres jóvenes prostituidos, porque el dinero no les alcanza para vivir como ellos desean.

Y creo que es aquí en donde las cosas empiezan a tener sentido. Las generaciones jóvenes ven a la revolución cubana de una manera distinta a como la ven las generaciones que vivieron antes de ella, que pasaron de un estado económico precario a otro a través del cambio. Las nuevas generaciones tienen acceso a la información que les llega a través de los turistas, de internet, de la televisión, la radio o los familiares que viven fuera de la isla y desean, en muchos casos, vivir de otra manera, con la libertad de escogencia que allí no tienen. Sus padres y abuelos recuerdan, probablemente, que antes no tenían educación de ningún tipo, ni soñar con la universitaria; que por más que trabajaran no contarían con los alimentos básicos para sobrevivir y que fue la Revolución -personalizada en Fidel Castro- la que les dio acceso a lo que necesitaron.

Estas historias atadas a la realidad cubana, tan de un extremo al otro, son verdades todas. Porque no existe la verdad absoluta y cada sistema tiene sus pros y sus contras. Cada uno de nosotros, viviendo en países capitalistas, sabemos que no tenemos acceso a todo lo que necesitamos, que muchos de nuestros compatriotas han salido fronteras afuera para conseguirlo y que, muy probablemente, lo único que han encontrado es vivir con angustia y exceso de tareas, pero sin paz ni amor familiar.

Ningún sistema es perfecto. Ni los humanos lo somos. El paraíso ansiado debiera contar con las virtudes de ambos sistemas, viviendo en la maravillosa naturaleza de Cuba, quizás. Ambas cosas son utópicas.

URGE UN CAMBIO


No sé si será parte de la naturaleza humana o si sólo será un rasgo de mi personalidad, pero hay ocasiones en las que me resisto a aceptar que puedo estar equivocada y, mucho menos, a profundizar en mí misma para encontrar las razones de mis errores.

Entonces me vuelvo analítica... con los demás. Los colores de las casas de mis vecinos jamás aventajarán el color de la mía, los árboles de la cuadra de casa no serán tan frondosos como el que está en mi patio (aunque esté viejo y muriendo), las libras de más con las que vivo en mi organismo seguramente desaparecerán más fácilmente que en mis contemporáneas y las arrugas de sus rostros todavía no han aparecido en el mío... porque mi piel es mejor que las otras.

Y muy coincidentemente, veo que los analistas políticos asumen -algunos de ellos- actitudes similares: nuestros problemas nacionales siempre son producto de los males de los partidos contrarios, de los países circundantes, del tiempo que vivimos. Desde la comodidad de las columnas periodísticas, todos despotricamos en contra de los demás y acusar al prójimo de los males del país es muy fácil, porque siempre serán los partidos contrarios los responsables, jamás el motivo de nuestra simpatía.

Si en algún momento votamos por un proyecto político y éste salió mal, entonces nos autocalificamos de haber estado dementes, de pérdida momentánea de la razón o de contagio colectivo de un caso especial de amnesia; en todo caso, jamás asumimos una actitud de corresponsabilidad porque éste no funcionara. Es que es mucho más cómodo sentarnos a descansar mientras los demás trabajan, tratando de cambiar las profundas raíces del comportamiento de los latinoamericanos.

Porque es verdad, tenemos rasgos similares. Desde el Río Bravo hasta la Tierra del Fuego, por más o menos habitantes de pieles oscuras y cabellos lacios y ojos negros que tengamos entre nuestros connacionales, las situaciones se repiten con una frecuencia que nos asusta. Los países que se autonombran diferentes por el hecho de contar con un bajo porcentaje de indígenas en sus poblaciones ya no pueden decir que la ignorancia, la enfermedad o la pobreza que existe se deba a ese factor... pero lo dicen; tampoco se debería culpar de corruptos a los políticos de carrera, probablemente parte de partidos rancios y antiguos en cada sociedad, porque los nuevos políticos, los más jóvenes, en algunos casos también han encontrado en la corrupción una forma fácil de vida. El pasado brillante y de avanzada de algunos de nuestros países latinoamericanos quedó atrapado en una red invisible y pareciera que las mismas enfermedades sociales nos aquejan a todos.

Niñez explotada, juventud sin futuro, sociedades todas afectadas por vicios y enfermedades, no nos escapamos de los males de este momento. Y si a eso sumamos que vivimos el resultado de la falta de conciencia de nuestros antepasados en materia de economía, ecología, salud y educación, podríamos hablar de ser todos un solo pueblo unificado por males comunes.

Sin embargo, creo que la raíz de esto puede ser nuestra actitud de conformismo y comodidad, que probablemente es la herencia que hemos decidido dar a nuestros hijos para evitar que ellos vivan y experimenten lo que a nuestras generaciones tocó: querer cambiar nuestras realidades, desear vivir de una mejor manera, anhelar cambios de fondo que nos proveyeran de mejores ambientes para desarrollarnos pero que provocaron pérdida de vidas, de nuestros seres amados y de nuestra propia esperanza.

Muy probablemente los procedimientos que utilizamos para provocar esos cambios no fueron los correctos, los indicados o los más oportunos; quizás no obtuvimos respuesta a nuestros anhelos porque la fuerza en contra fue mucho más fuerte y destructiva; tal vez no estaba en nuestras solas manos efectuar ese cambio. El hecho es que nuestro miedo de entonces ha provocado nuestra negligencia y apatía de hoy, habiéndonos convertido en "ladradores profesionales", guardando nuestra comodidad y seguridad detrás de nuestras pc's, pero muy probablemente imposibilitándonos anímicamente para salir a trabajar con nuestros compatriotas, en el lugar y espacio más necesitados, provocando que sea nuestro ejemplo el que arrastre la negatividad que vemos en cada par de ojos que encontramos diariamente desde que nos vemos por la mañana en el espejo, pasando por nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, clientes, proveedores y demás personas con las que tenemos contacto.

Si empezáramos por cambiar un poco, paso a paso, nosotros mismos, venciendo el miedo a ser diferentes, que decidiéramos sacar nuestra cabeza por encima del mar de mediocridad que nos rodea, tal vez, sólo tal vez, iniciaríamos la revolución que necesitamos.