viernes, noviembre 19, 2004

Las Estrellas de La Línea

Un fotógrafo avezado y creativo que pretendía capturar imágenes originales, fue el causante de que se diera lo que Elo encontró en la red y que pidió les comentara un poco.

Este fotógrafo decidió llevar a un grupo de prostitutas de La Línea (llamadas así porque se establecieron desde siempre a orillas de la línea por donde corría el ferrocarril, ahora ya desaparecido) para que jugaran un partido de fútbol en contra de un equipo de "patojas" de un colegio privado y de "altos vuelos" de esta ciudad capital, para, cámara en mano, poder captar las expresiones, circunstancias y momentos del encuentro, sin haberse atrevido siquiera a imaginar lo que todo ello provocaría.

Por supuesto, el encuentro se confirmó para llevarse a cabo en uno de los campos privados de fútbol que existen en la ciudad, por supuesto, en el situado en uno de los barrios clase A de nuestra sociedad, en donde las mujeres caminan con la nariz levantada haciendo como si todo el tiempo estuvieran "oliendo popó", como decimos acá, pero que no es otra cosa que la evidencia del desprecio que sienten por cualquiera que no sea "canche", que no viva en su zona, no estudie en los mismos colegios de la "high" en los que ellas estudiaron y que, en esta era, también frecuentan sus hijos.

Por supuesto, las jugadoras del equipo contrario tampoco sabían contra quién jugarían. Así es que cuando llegaron las "Estrellas de La Línea", dicen las malas lenguas que hubo desmayos, revuelo general, pugidos, ayes, conmoción y conato de demanda. Las "damas" de la alta no podían creer que alguien hubiera llevado a un grupo de prostitutas para que pisaran el mismo terreno de juego que sus hijitas amadas, claro, no fuera a ser que se contagiaran... de cualquier cosa, ¡vaya usted a saber!

Lo que empezó como una travesura, se transformó en un movimiento. Han surgido equipos de mujeres "trabajadoras del sexo" -como se decía en mis años de juventud, pero que ahora ya no se usa más- que quieren hacer valer su derecho a divertirse sanamente, de tener contacto con otras personas que no las busque para obtener placer de sus cuerpos, sino otro tipo de emociones. Las putas chapinas han visitado a sus colegas de algunos lugares de la república o, incluso, de países vecinos y parece que la liga se afianza.

Claro, son cada vez más famosas y supongo que la plusvalía de los negocios ha subido obstensiblemente... al mismo tiempo que en la zona clase A de la ciudad, quedaron un montón de mujeres -que se creen superiores- inhalando sales y tomando agua para recuperar el aliento y la compostura. ¿Los maridos y los hijos de estas señoras? No sé... probablemente escondidos detrás de las camionetas 4X4, no fuera a ser que los reconocieran y los saludaran de beso. La hipocresía, ¿vio?

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