sábado, septiembre 08, 2007

NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA...


... y fecha que no se llegue. Mañana domingo 9 de septiembre, votaremos en Guatemala. Se cumplió el plazo para hacerlo, después de cuatro años de gobierno de la GANA, una coalición de partidos de centro-derecha, con un presidente poseedor de un mediocre liderazgo, defensor de los intereses del capital, sin mucha brillantez política, bastante "lengua floja" y una visión de la vida tan, pero tan superficial, que da risa... por no llorar.

Sin embargo, su gobierno tuvo algunos aciertos dignos de mención: en el plano turístico se logró colocar a Guatemala en el lente de los periodistas de todo el planeta al lograr que se llevaran a cabo, en esta ciudad, convenciones y reuniones de título mundial, como la Convención del Banco Mundial y la Reunión Anual del Comité Olímpico Internacional, entre otras. Eso ha hecho que se duplique la cantidad de visitantes a nuestra tierra en este período de gobierno.

La macroeconomía se estabilizó, se firmó un TLC con Estados Unidos, se iniciaron las negociaciones para otro más con la Unión Europea, ambos en conjunto con otros países de Centro América. Amén de otros aciertos que han hecho que nuestros productores agrícolas o de productos no tradicionales se hayan abierto campos importantes en mercados antes no tocados.

El Ministerio de Educación modernizó su sistema de enseñanza, hizo cambios al programa de estudios, modificó las responsabilidades de los maestros e inició un programa para que los padres de familia también intervengan en la administración de escuelas e institutos de enseñanza media. También echó a andar un programa para dotar de tecnología informática a los maestros interesados en tenerla, a través de la compra de laptops con facilidades de pago con un precio muy bajo, incluyendo la conexión a internet con banda ancha. A pesar de haber enfrentado un movimiento anti-cualquier-cambio que provocó que muchos maestros estuvieran fuera de sus labores obedientes al mandato de su sindicato, la Ministra de esa cartera logró cambios importantes, aunque no los que inicialmente había propuesto. En este país, con un porcentaje de analfabetismo 23.97%, cualquier movimiento hacia la mejora debería ser bien recibido, pero hay tantos intereses para evitar que las personas mejoren su nivel de conocimientos, que siempre habrán contras pagados para obtaculizar los procesos.

La red de carreteras fue mejorada, encontrándose todavía algunas áreas en trabajos de ampliación o cambio de asfalto por concreto. Algunos caminos vecinales que no contaban más que con terrcería fueron pavimentados y otras carreteras fueron abiertas en donde antes no existían medios modernos para sacar y dejar entrar el comercio en las comunidades circundantes.

Sin embargo, el talón de Aquiles de este gobierno fue la seguridad. Tanto los delincuentes comunes, los mareros y los narcotraficantes, nos mantienen cercados y temerosos. El presidente Berger pareció no darle importancia -al menos, no la que se necesitaba- a este flagelo que tiene raíces en todos los ámbitos de nuestra sociedad, que ha contaminado al Ministerio de Gobernación (del Interior) y sus dependencias. Ni hablar del sistema de presidios, que es una verdadera vergüenza.

Pero era mucho pedir que, en sólo cuatro años, se sacudiera de suciedad a nuestros poderes para iniciar una nueva era.

Ahora llega otra vez el momento de elegir. Las opciones que tenemos no son convincentes. Más de lo mismo y lo nuevo, todavía no madura. Es verdad, hay participación de todos los sectores: hombres, mujeres, ladinos, indígenas, derecha e izquierda, ricos y pobres, todos estamos representados. Pero nada ni nadie "es". Los riesgos son enormes en cuanto a votar por un partido en donde el narcotráfico ha metido sus manos... y sus billetes. Del otro lado están los militares, ansiosos de volver a tener poder y dinero mal habido. Y más allá los ladrones. Y en el otro, los asesinos. Y los que puede que lleguen a ser, pero que todavía no son. ¿Entonces? Démosle otra oportunidad a lo que está, que ya sabemos de qué pata cojea. Más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer... y sufrir.

Las encuestas dicen que tendremos segunda vuelta. Y que será entre los malos y los peores. Me espantó la posibilidad. Pero viendo un video que nuestro amigo Antonio Fernández Arosteguy nos hizo llegar, se me ocurrió pensar en que siempre, la unión hace la fuerza. En contra de todas las encuestas. A pesar de las altas posibilidades. Además de los temores. Unidos podemos transformar una terrible pérdida, en un maravilloso triunfo.

Ya veremos si logramos cambiar nuestra historia.

Vean el video, no se lo pierdan. ¡Es altamente inspirador!

http://www.youtube.com/watch?v=LU8DDYz68kM

Nos vemos en una próxima ocasión.

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