sábado, octubre 21, 2006

Hoy estamos de fiesta




• Y estamos, digo, porque después de cuatro años de estar compartiendo con ustedes, semana a semana los semanarios, me siento parte de la familia Equinox. Entonces, mi primer deseo para esta semana es que Félix Obes pueda continuar disfrutando de la amistad de todos ustedes, al mismo tiempo que ustedes tengan la oportunidad de conocer la calidad de los productos que vende y, lo que es mejor, el servicio Alejandro Gpersonalizado y moderno que se otorga a los clientes y amigos (parece tanda...). ¡Muchos años de productiva vida para Equinox!

• Otro motivo de fiesta. Esta semana los guatemaltecos despertamos con las noticias más impactantes en años: el Ministro de Gobernación, conjuntamente con el de la Defensa, acompañaron al Director del Sistema Penitenciario, al Jefe del Ministerio Público y al Procurador de los Derechos Humanos, en la toma del control de la Granja de Rehabilitación Penal Pavón, un presidio pensado y creado -que inició funciones hace más de 20 años- como un centro modelo para preparar a los reos a su reinserción en la sociedad, brindándoles la oportunidad de aprender oficios, estudios de todo nivel (incluidos los universitarios), dándoles parcelas de terreno para cultivos y modificando el triste y asfixiante ambiente de cualquier prisión por el de una granja que tuvo muchos sueños que, lamentablemente, terminaron en pesadillas. Desde 1996, la granja penal era controlada por el Comité de Orden y Disciplina, que no era otra cosa más que los reos dominando el terreno. Desde ese año, estar adentro era más seguro que vivir fuera de la prisión.

El contingente que manejó el operativo el lunes 25, fue de 1826 policías, 1200 soldados, 60 guardias penitenciarios, 4 tanquetas y 3 helicópteros. Al ingresar al penal se encontraron cosas insólitas. Casas construidas por algunos presos para su propia ocupación o que rentaban a otros de ellos; dos laboratorios de procesamiento de drogas; una fábrica de licor clandestino; fusiles AK-47, granadas de mano, revólveres, machetes y cuchillos; 25 perros, incontables gatos y aves de corral; equipo de computación, televisiones, plantas telefónicas, electrodomésticos y, finalmente un jacuzzi instalado en la casa del "presidente" del Comité de Orden y Disciplina, que también contaba con las mejores instalaciones, una cocina de lujo y un pequeño gimnasio. ¿Increíble? No. Vergonzoso. Porque esto es el resultado de la apatía, desinterés e indiferencia de nuestra sociedad a un mal que fue creciendo hasta ser casi incontrolable.

Después de este "allanamiento", los presos fueron trasladados a otro penal mientras en Pavón se hace una inspección minuciosa de todas las instalaciones y terrenos, buscando encontrar un supuesto cementerio clandestino en donde el famoso COD, aparentemente, hacía desaparecer los restos de los presos que les presentaban frente y no se plegaban a sus órdenes.

Una semana antes de retomar el control del presidio, el Director del Sistema Penitenciario, Alejandro Giammattei, un médico dentista que padece de esclerosis múltiple pero que no le teme a la mafia y ha demostrado ser un hombre honesto, responsable y buen guatemalteco, inició una serie de publicaciones en la prensa escrita, entrevistas por radio y televisión en donde hizo ver la realidad en la Granja de Rehabilitación Pavón y las otras cárceles del país, preparando a la opinión pública y al cuerpo diplomático acreditado en Guatemala para esta acción, de tal manera que todos estuviésemos enterados de lo urgente y vital que era llevarla a cabo.

Por supuesto, ya aparecieron algunos sucios y viejos políticos, incluido Ríos Montt, defendiendo a la población de la Granja, pero estoy segura de que sus palabras serán tomadas como lo que son: patadas de ahogado. Ojalá y pronto podamos decir que dejamos de creer en la política corrupta para avanzar un escalón más del crecimiento social mundial, en el reencuentro de la honestidad y la esperanza.

Hasta la semana que viene.

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